Se trata de un fenómeno complejo que va más allá de la mera pérdida de peso y representa un desafío considerable en el tratamiento del cáncer. Este artículo explora sus causas, etapas y estrategias de manejo, destacando la importancia de un enfoque multidisciplinario.
¿Qué es la caquexia?
La caquexia es un síndrome de desgaste que provoca la pérdida de grasa y masa muscular, especialmente en enfermedades crónicas como el cáncer. La inflamación crónica derivada del cáncer puede desencadenar este síndrome, alterando el metabolismo y la utilización de nutrientes.
Etapas
- Precaquexia: Se caracteriza por una pérdida de peso menor al 5% del peso corporal.
- Caquexia: Implica una pérdida de peso superior al 5%.
- Refractario: Se da cuando el tratamiento del cáncer no logra controlar la enfermedad y la expectativa de vida es menor a tres meses.
Signos y síntomas
La caquexia se manifiesta mediante pérdida de peso drástica, apetito reducido, debilidad, fatiga, desequilibrio electrolítico y anemia, afectando la respuesta del cuerpo al tratamiento del cáncer.
Manejo de la caquexia
El abordaje inicial implica la identificación temprana de signos y síntomas. La intervención de un especialista para optimizar la ingesta calórica y de proteínas es crucial. Nuestra nutricionista, Isidora Sánchez, comenta: “El cáncer y los tratamientos que lo acompañan generan un mayor riesgo de sufrir desnutrición y caquexia, lo que produce un gran deterioro del estado de salud, aumento de complicaciones, disminución de la tolerancia al tratamiento oncológico y afecta la calidad de vida del paciente. La atención nutricional debe ser precoz, formar parte del tratamiento global y debe considerarse parte integral para la detección temprana de la desnutrición y la caquexia, esperando que la intervención oportuna pueda ayudar a disminuir los efectos adversos y complicaciones, a evitar la muerte precoz y a aumentar la supervivencia, tolerabilidad del tratamiento, tasa de respuesta y calidad de vida”. Además, la especialista agrega que, “el objetivo inicial debe ser trabajar con el paciente para asegurar la ingesta suficiente de energía y proteínas para prevenir una pérdida de peso involuntaria y mantener la actividad física para evitar la pérdida de masa muscular, por esto es fundamental prevenir, retrasar y tratar la desnutrición en personas con cáncer”.
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El papel del ejercicio
La incorporación de la actividad física, aunque no ampliamente respaldada por evidencia sólida, puede contribuir al manejo de la caquexia. La consulta con el equipo médico es esencial antes de iniciar cualquier régimen de ejercicio. Al respecto, nuestra kinesióloga, Javiera Torres, destaca: “La kinesiología en oncología siempre va a tener como objetivo que el paciente sea funcional y pueda realizar sus actividades de la vida diaria con la mayor independencia posible, ya sea desde vestirse hasta poder ir a comprar pan. Y esto suele afectarse en casos de paciente con caquexia relacionada al cáncer. Para esto, tener una rutina de ejercicios diarios ayudará a mantener la condición física necesaria para realizarlo. Esta rutina de ejercicios debe ser adaptada a las capacidades físicas de cada paciente, debe ser individualizado”.
A su vez, la experta detalla: “en el caso de la caquexia existen muchas teorías que intentan explicar los mecanismos que la producen, y afortunadamente el ejercicio tiene efecto en varios de estos mecanismos, tanto en la inflamación como en ayudar a manejar síntomas que afectan el apetito. Así, podríamos decir que queremos usar el ejercicio como un medicamento”.
Para Javiera es fundamental explicar que: “es clave tener un buen apoyo nutricional si vamos a trabajar la masa muscular, ya que se necesita la ingesta de nutrientes necesarios para generar masa muscular y no perderla en el proceso o caer en desnutrición”.
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Ante la pérdida de peso no intencionada, es crucial comunicarse con el equipo de atención médica. El seguimiento de peso, apetito y capacidad funcional permite ajustar el plan de tratamiento según sea necesario.
Oncovida, con su red extensa de proveedores, ofrece acceso a tratamientos integrales para manejar la caquexia, destacando la importancia de un abordaje personalizado y multidisciplinario en el cuidado del paciente con cáncer.
